Son muchos los diseñadores de moda infantil que en algún momento caen en la tentación de incorporar a sus colecciones estampados con dibujos de cuentos.
Pero sin lugar a duda, los cuentos se hacen realidad en los vestidos de Simonetta. Entre tules, vuelos y capas de tela los personajes, al igual que sus vestidos de niña, cobran vida. Las calabazas se convierten en carrozas, los sapos en príncipes y hasta en la noche más terrorífica del año la magia hace de las suyas.
Cenicienta consiguió encontrar su zapato y a su príncipe; Blancanieves consiguió despertarse con un beso… pero si hubieran llevado un vestido de Simonetta… el cuento hubiera cambiado, y es posible que el protagonista ya no fuera el príncipe. Porque, ¿quién se fija en un príncipe teniendo un vestido de Simonetta? 😉 😉